Ayer tocó vacunar a mi pequeño, no es una de las vacunas “obligatorias” del calendario de vacunas si no que fue la vacuna frente al rotavirus, (la tercera y última dosis, a Dios gracias!!), por si no lo sabéis es una vacuna que no es inyectada sino que es por vía oral, además parece que muy mala no debe estar porque mi pequeño se la tomó muy bien.
He de decir que nuestra experiencia con las vacunas no ha sido siempre tan grata, a mis tres hijos los he vacunado de casi todo, su calendario vacunal más vacuna prevenar (vacuna antineumocócica polisacárida conjugada) y vacuna rotateq (vacuna contra rotavirus), la polémica comenzó cuando quise vacunarlos contra la varicela, ahí comenzó un periplo de médicos que no la recomendaban otros que sí y farmacias sin stock, el año pasado justo cuando ya conseguí que me la recetaran y fui a ponérselas me encontré que las habían retirado 2 días antes (qué puntería tuve) porque sanidad alegaba que de adultos podían padecer el virus zoster (en resumen muy muy resumido) que puede ocasionar incluso la hospitalización del paciente siendo una enfermedad más grave que la propia varicela en sí, que en niños la verdad es bastante normalita, sí, pica, la pasé con 7-8 años y lo recuerdo aún, pero no te deja secuelas graves solo unas cicatrices que en mi caso tengo por todo el cuerpo porque mis pápulas eran profundas casi todas, en cambio es una enfermedad que de adultos se pasa muchísimo peor, es el caso de mi marido que la pasó hace unos 3 años, al pobre lo tuvieron que ingresar y todo.
De todas formas en cuanto la “liberen” si es verdad que lo hacen se la voy a poner a mis tres hijos como buena madre psicópata que soy.
A mis hijos nunca les ha dado reacción ninguna vacuna de las que le han puesto hasta que un médico al nacer mi pequeño nos habló de la vacuna Bexsero (vacuna frente a Neisseria meningitidis serogrupo B), como siempre hemos estado abiertos a ponerles todas las vacunas posibles nos informamos para ponérselas a nuestros hijos, pues bien, aunque es de uso hospitalario mis mellizos por sus circunstancias eran aptos para esa vacuna y conseguimos que nos la prescribieran, ya me mosqueo un poco que para ponerles la vacuna antes tenían que ir a consulta a que un pediatra confirmara que no estaban constipados ni nada, me recomendaron darle paracetamol si no se encontraban bien como siempre me dicen cuando los vacuno, pues nada, les ponen la vacuna y nos vamos a casa, a las 3 horas mis hijos tenían unos dolores horribles y no paraban de llorar, además de 40,5 de fiebre que no podíamos bajar, así varios días, el bulto donde les inyectaron la vacuna duró varios meses, mi hija de la bajada de defensas acabó con una otitis y mi hijo con la peor bronquitis que ha tenido, otro daño colateral fue que mi hijo mayor le contagio a mi hijo menor que solo tenía 3 semanas y acabó ingresado en la uci neonatal muy muy enfermo por bronquiolitis, por todo esto era escuchar hablar de la dichosa vacuna y morirme, al poco la retiraron también….
Ha pasado el tiempo y aunque en un principio decidí no ponérselas (la segunda dosis a unos y las 3 dosis al pequeño ) al final me he decidido y se las voy a poner, a mis mellizos por haberles puesto ya una dosis me la traen ya (estamos esperando) y al pequeño cuando la pongan libre, pero esta vez se las pondré de uno a uno y como mínimo con 1 semana de por medio, y por supuesto un viernes para que si están enfermos no nos afecte para ir al trabajo ni nada, a veces pienso que quizás no debería hacerles pasar por ese mal trago pero su pediatra me contó que ha visto a niños morir de meningitis b y si sobreviven las secuelas son muy duras y yo no quiero eso para mis hijos, comprendo a esos padres que no quieren vacunar a sus hijos, son libres de hacerlo, pero nuestros hijos están expuestos a todas estas enfermedades y nunca sabemos si nos va a tocar a nosotros, mi única mala experiencia ha sido con la vacuna bexsero y aun así después de meses madurándolo les voy a poner las dosis que les quedan, siempre he confiado en la medicina, esta vez no va a ser una excepción.
